terça-feira, 25 de março de 2008

Infância e religião


Em tempos de discussão e véus, em tempos de simbologias confusas, entre o foi e o será, as procissões de Semana Santa, na Velha Europa: caducas imagens de cidadãos com o rosto oculto,que arrastam cadeias, que portam cruzes, que choram chuvas, que ferem pés ( e lembro A Regenta... lembro).Em meio, os meninos: a Verónica, o Samaritano, os pequenos confrades de passear rítmico ao som de tambores antigos.Lembro histórias: a minha mãe, que decidira sacar proveito do meu vestido de Primeira Comunhão e me passeava de procissão em procissão com o meu branco impoluto, ameaçado pelos círios dos rapazes que também tiravam lustre dos seus fatos de almirantes, marinheiros e jogavam a queimar meninas, com o lume religioso das primeiras chamadas da hormona.
Mas eu queria ser a Verónica. Aquelas roupas de cor, o pano que exibia o rosto do Cristo como uma pintura da escola, a maquilhagem no rosto, mas era por brincar... apenas brincar.
Depois descobri que podia brincar livre.Será que ainda brincam as crianças da procissão da Sexta-Feira Santa?
Será que ainda não podem brincar livres?
En tiempos de discusión y velos, en tiempos de simbologías confusas, entre el fue y el será, las procesiones de Semana Santa, en la Vieja Europa: caducas imágenes de ciudadanos con el rostro oculto, que arrastran cadenas, que portan cruces, que lloran lluvias, que hieren pies ( y recuerdo La Regenta... recuerdo).En medio, los niños: la Verónica, el Samaritano, los pequeños cofrades de pasear rítmico al sonido de tambores antiguos. Recuerdo historias: mi madre, que había decidido sacar provecho de mi vestido de Primera Comunión y me paseaba de procesión en procesión con mi blanco impoluto, amenazado por los círios de los niños que también sacaban lustre de sus trajes de almirantes, marineros y jugaban a quemar niñas, con el fuego religioso de las primeras llamadas de la hormona.
Pero yo quería ser la Verónica. Aquellas ropas de color, el paño que exhibía el rostro del Cristo como una pintura de la escuela, el maquillaje en el rostro, pero era por jugar... solamente por jugar.
Después descubrí que podía jugar libre.
¿Todavía jugarán los niños de la procesión de Viernes Santo?
¿Toavía no podrán jugar libres?

Nenhum comentário: